miércoles, 7 de noviembre de 2012

La ansiada respuesta

Saludos a todos:

Hoy vuelvo por "estos lares" para dejar otra huella más en la red, respondiendo a la pregunta que dejé planteada en la entrada anterior: "¿para qué estamos aquí?". Difícil, eh?

Bueno, no fue poco el tiempo que me llevó responder a esta pregunta. Pasas diferentes etapas en la vida, y con cada una, supongo, adoptas ciertas posturas con respecto a la pregunta. Y si, llegado un momento de tu vida en el que "te mueve" pensar (suele ser el final de la adolescencia), repasas el común denominador de todas tus vivencias; es muy probable que de lo único que tengas certeza es que no eres un ser aislado. Siempre vas a tener unas relaciones con los que te rodean, y también es una constante, que sólo tú puedes controlar en qué registro se desarrollarán esas relaciones. Por el típico dicho de "dos personas no se pelean si una no quiere", pero aplicado a todas las facetas de la vida.

Como siempre vamos a estar relacionados con una persona, que como mínimo va a ser la propia persona (relación muchas veces complicada); tenemos que decidir el tono adoptamos para con los que nos rodean.

Pues aquí es donde explico cuál es la estaca a la que trato de pegarme para vivir mi vida. Lo de siempre, son valores, es parte de la educación que he recibido, y por parte de quién la he recibido; la que va conformado un barro, en sus inicios húmedo y fácil de estropear, pero que va tomando forma con el paso de los años. Y las experiencias vividas son el aire que lo secan. A veces, es viento húmedo que modifica un poco la forma, pero la idea sigue siendo la misma. Un ideal.

Y es que si estamos recibiendo el regalo de una vida - regalo que cada uno atribuirá a uno o varios entes, según sus creencias - que, además, tenemos que compartir con otros seres; trata de disfrutarlo de la forma que se merece. Y aquí me ayudó mucho, otra parte de mi infancia; y en concreto una película, que sin ser filosófica, a priori, contiene enseñanzas muy valiosas. El Rey León. Yo he decidido que si debo tener un lema (tengo varios) para caminar por la vida, ese es: "Hakuna Matata, vive y deja vivir".

Puede parecer una tontería, pero las películas de Disney, muchas veces contienen enseñanzas que un niño ni por asomo repararía en ellas; pero que son muy válidas para vivir la vida.

En principio, son dos palabras, y una frase. Son dos leyes inviolables para "vivir bien". La primera, es la versión de Carpe Diem en idioma suajili; la segunda, la guinda, dice que cumplas la primera, pero sin interferir por ello con otras personas.

Es decir, y en resumen. Tenemos una vida, con sus circunstancias. Pero sea como sea nuestra percepción de la misma, como regalo que es, hay que disfrutarla. Porque vida, como esta, sólo hay una. Pero no llega con disfrutarla, sino que hay que vivirla, y en esa vivencia topamos con otros. La debemos, en mi opinión, vivir en comunión con el resto de los seres que comparten nuestro hábitat, y sin molestarlos. Pues aquí, yo añadiría que además de no incordiar al prójimo, se debería ir más allá. Hacer partícipe del "Hakuna Matata" al mayo número de personas posible. Es decir, compartir la dicha de vivir, con otros, y si estos no pueden, por las circunstancias que sea, ayudar a que les sea posible hacerlo.

Sólo de esta forma, he llegado a la conclusión, podremos sentirnos realizados como humanos, y en general, como seres sociales. Porque es nuestra naturaleza, y porque hay ciertos sentimientos que están presentes y no se pueden obviar.

Así trato de vivir yo, con este ideal por bandera. Tratando de que mis acciones sean coherentes con lo que pienso; para que nunca tenga que explicar lo que pienso sino que se intuya por cómo actúo.

Para terminar, os dejo, como no, el vídeoclip de la canción que cité, para que si alguno quiere, y tiene interés por recordar; recuerde.

Un saludo, otro día más, antes de irme a dormir; agradecido a todos los que me leéis.


2 comentarios:

  1. Este es un muy buen enfoque, muchas veces si te paras a pensar demasiado puedes entrar en un bucle infinito del que nunca sales:

    for (i=1;i<3;++i)
    {
    ¿de dónde venimos?
    ¿qué hacemos aquí?
    ¿a donde vamos?->i=-1
    }

    en el que solo puedes hacer que tus ánimos decaigan... y vuelta a empezar. La mejor salida a este bucle es poner un i=3 cuando pienses qué haces aquí... es decir, dar un salto en el presente y dejar que la vida te sorprenda, aprendiendo de ésta y aprovechando el tiempo al máximo(esto implica no ver Telecinco). jeje!

    Un saludo Platón!

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  2. jajaja, es una buena forma de verlo. Me la apunto. un abrazo maestro.
    PD: Lo de Telecinco, es fundamental.

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